El crecimiento de las transacciones e interacciones a través de canales digitales ha incrementado la necesidad de una identidad digital segura y legal.
Vivimos en un mundo hiperconectado donde la tecnología está acelerando el desarrollo socioeconómico de los países. Empresas y personas se benefician mutuamente, generando nuevas oportunidades y mejorando los servicios que ofrecen.
Para los Gobiernos, la digitalización también está cambiando la interacción con sus ciudadanos, creando una mayor transparencia y eficacia en la administración pública y prestación de servicios. Pero, ¿cómo adoptar y gestionar un modelo de identificación digital?
La identidad digital es la gestión y programación de capas de seguridad que permite que un correo o acceso a una cuenta esté validado a través de un proceso de seguridad como encriptación y autenticación.
Además, se clasifica en dos categorías:
Ahora bien, de forma presencial para verificar la identidad se utilizan credenciales físicas, como la licencia de manejo, pero, en la economía digital cuando el proceso se realiza a través de una máquina y sin interacción física, la gestión de la identidad requiere de:
Bajo esta situación, los servicios electrónicos del Gobierno deben fortalecer los sistemas de verificación de identidades a través de:
La identidad digital es la piedra angular de la transformación digital de América Latina y el Caribe (ALC) .
De acuerdo con los objetivos de desarrollo sostenible, para el año 2030, todos los ciudadanos deben contar con una identidad jurídica, incluido el registro de nacimiento. Su importancia radica en que es la puerta para acceder a múltiples servicios, tanto públicos como privados: educación, atención médica, programas sociales, votar, acceso a capital u otro servicio financiero, cruzar fronteras legalmente, poseer bienes, etc.
Sin embargo, pese a que el registro y la gestión de la identidad son indispensables para optimizar los costes de resolución de trámites y mejorar la calidad de los servicios, existen retos como la privacidad y el fraude, los cuales solo pueden resolverse en conjunto con el sector privado.
Debido a la llegada de la economía digital, se han incrementado las interacciones y transacciones en línea. Si a eso le sumamos un contexto como el actual, donde el Covid-19 obligó a las personas de todo el mundo a permanecer en casa, hace sentido la necesidad de tener una identidad digital que ayude a que los individuos se identifiquen y autentifiquen.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, las ventajas de implementar la identidad digital se centra en:
La autenticación es fundamental en la era digital. Hasta ahora, se sustenta en:
Una plataforma de identidad digital muy completa es IntelliTrust de la compañía Datacard, la cual:
Las organizaciones gubernamentales necesitan proporcionar servicios rápidos, transparentes y eficaces a los ciudadanos. Los estrictos requisitos de privacidad, seguridad y confiabilidad pueden dificultar el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, así como la transición hacia un Gobierno digital.
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