La productividad laboral es un excelente indicador que te ayudará a tener una visión del estado de tu empresa. Conoce de qué se trata y cómo puedes mejorarla.
Hablar de productividad laboral puede ser un tanto confuso, ya que si bien es un concepto fácilmente comprensible para la mayoría de las personas, no todos saben que es posible medirla ni cuál es la relevancia de hacerlo.
No se trata simplemente de contabilizar la cantidad de productos fabricados por una persona o llevar un récord de asistencia y puntualidad, tampoco existe una ecuación que garantice que mientras más tiempo se labore, mayores serán los resultados.
Ese es un vicio en el que por desgracia caen muchos ejecutivos y empresarios, ignorando lo que sostiene Carlos Muñoz, director de Instituto 11:
“La riqueza no es cuestión de dinero, sino de tiempo”.
Prueba de esto es que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) califica la productividad laboral según el Producto Interno Bruto (PIB) trabajado por hora, es decir, la ganancia que se genera según el tiempo que se trabaja.
La productividad laboral, como definición, hace referencia a la utilidad que genera un colaborador durante las horas que trabaja, es decir, qué tanto aprovecha el tiempo en beneficio de la empresa. De tal forma que se trata de un indicador fundamental en la administración de recursos humanos y de las organizaciones en general.
La respuesta es sí. Existen muchas formas de hacerlo, incluso cada empresa puede crear su unidad de medida, siempre que considere cuáles son sus factores más importantes y produzca análisis serios e imparciales. Algunos de los criterios que se recomiendan evaluar son:
De manera que la productividad no solo mide cuánto trabajan tus empleados, sino cómo se reflejan estos esfuerzos en tu organización en términos monetarios.
En todas las disciplinas, ciencias u oficios, el primer paso para mejorar es medir. Los indicadores de productividad te podrán ser útiles para detectar áreas de oportunidad en tus procesos operativos o administrativos, según sea el caso.
La International Labour Organization (ILO) es un colectivo que utiliza datos de instituciones como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para medir cada año la productividad laboral a nivel internacional, con el fin de generar información estadística que sea útil, tanto para empresas como para gobiernos, a la hora de tomar decisiones y generar estrategias asertivas.
Según su ranking más reciente, Luxemburgo, uno de los países más pequeños de Europa, tiene la mayor productividad laboral de todo el mundo. La organización estima que cada empleado genera en promedio un valor de 241,729 dólares al año para su empleador. China, Irlanda, Singapur y Estados Unidos completan el top 5.
En contraparte, Nicaragua apenas supera los 12 mil dólares al año producidos por persona, ubicándose en el lugar 143 de los 192 países participantes, lo que representa el puesto más bajo de Centroamérica y el Caribe, una región liderada por México, Panamá y Costa Rica.
Las estadísticas son una clara muestra de la enorme brecha que existe entre las condiciones laborales de cada nación y cada región geopolítica. Pero sobre todo dan prueba de lo mucho que se puede mejorar en esta materia.
Una vez que encontraste los indicadores correctos para medir la productividad laboral, es momento de buscar las mejores técnicas y herramientas para mejorarla en beneficio de tu empresa.
Un parámetro muy utilizado es el llamado Principio de Pareto, cuyo autor, Federico Parapeto, establece que el 80 por ciento de los resultados obtenidos, es resultado del 20 por ciento del trabajo realizado.
Para llevar esto a la práctica, es necesario identificar cuáles son las labores más efectivas en el día a día de tus colaboradores y priorizarlas para potenciar sus resultados.
Una de las prácticas más efectivas para aumentar la productividad laboral consiste en respetar y promover los descansos y tiempos de esparcimiento de tu plantilla. Está comprobado que tomar pequeños descansos para romper con la rutina del día favorece a la creatividad, mejora el ánimo de las personas y ayuda a que el trabajo se realice de una forma más sencilla.
Esto es como una carrera de resistencia, tus colaboradores se desgastarán durante el día a nivel emocional y mental, además del desempeño físico que cada actividad representa. De manera que necesitan hacer pequeñas paradas en el camino para hidratarse y reponerse, además de dormir en horarios adecuados al final del día para estar listos para la siguiente jornada.
De la misma forma, los trabajadores con extensas jornadas laborales y descansos reducidos se fatigan y dejan de rendir lo que debieran.
Otro de los puntos importantes es proveer a tu equipo con los mejores instrumentos que la tecnología ha creado, con el fin de agilizar sus labores más complicadas, automatizar diversos procesos y minimizar errores.
Tal es el caso de los sistemas de planificación de recursos, mejor conocidos como ERP (Enterprise Resource Planning). Con este tipo de software podrás tener un control efectivo sobre todos tus recursos, tanto económicos, humanos o materiales, de tal forma que la administración de la empresa evolucionará y la productividad laboral será mucho más clara y medible.
Existen en el mercado excelentes opciones para elegir un ERP. Asegúrate de preguntar por sus planes de ayuda y soporte, así como de verificar la reputación del proveedor antes de hacer una inversión.
Si te gustaría platicar más sobre productividad laboral y cómo aumentarla en tu empresa con ayuda de herramientas como un ERP, no dudes en comunicarte con nosotros y solicitar una asesoría sin costo.